La viña y la nieve, hola filomena

La viña y la nieve parece que se quieren. La viña en estos momentos se encuentra en reposo, una parada que comienza en otoño y dura todo el invierno y va desde el mes de noviembre hasta el mes de febrero.

La viña recorre a lo largo del año diferentes fases y ahora le toca soportar las bajas temperaturas y las condiciones atmosféricas más adversas. La viña se encuentra en reposo vegetativo después de a caída de la hoja.

Durante este letargo es un momento en el que puede aparecer la nieve. Además de dejarnos paisajes de cuento nos deja una reserva de agua para la viña. La nieve empapa el suelo progresivamente y aporta humedad y nutrientes. El agua de nieve se va derritiendo lentamente y se convierte en una considerable reserva de agua para la temporada de primavera y verano.

También la nieve tiene un efecto limpiado y protege a la planta, ayuda a controlar las plagas, evitando que los insectos y los hongos se instalen sobre la parte leñosa de la cepa. El manto blanco de nieve también cierra heridas, la nieve tiene un efecto desinfectante y limpia la madera de la cepa.

Toma nota, cuando hablamos de la viña y la nieve, las nevadas son buenas para las viñas siempre que no se prolonguen mucho en el tiempo. Benefician a la viña garantiza un buen inicio de ciclo cuando llegue la primavera, la cosecha será de mejor calidad y los vinos excelentes.