DECANTAR EL VINO

Decantar el vino es llevar el vino de la botella a un decantador, para disfrutar aún más. Y con el objetivo de mejorar no solamente su aspecto visual sino también todas y cada una de sus propiedades.

La mayoría de vinos tintos que bebemos no requieren de este método, pero en algunos casos sí es decantar el vino. Los vinos tintos con más de 6 años en botella forman un sedimento amargo por lo que es necesario decantarlo. Este modo de servir el vino, decantándolo, se suele reservar sobre todo para los vinos más viejos y vino de guarda. Gracias a la decantación se eliminan los posibles posos y sedimentos que haya podido general en su elaboración y almacenamiento. También se oxigena y saca lo que verdaderamente nos interesan permitiendo que surjan de manera natural los aromas más profundos.

El modo correcto de decantar nuestro vino, reservado para las grandes ocasiones, requiere de paciencia. En primer lugar, un día antes, es necesario dejar la botella de pie para que el sedimento se vaya al fondo. Llegado el momento de decantar debemos tener cuidado de hacerlo lentamente, inclinado la botella y dejando que el vino se deslice por la pared del decantador suavemente. En ningún caso debe caer en el fondo de una manera brusca.

Un truco para ver si el sedimento llega a la boca de la botella es utilizar una vela para poder ver a través del vidrio oscuro de la botella y saber en qué momento el sedimento está llegando al cuello. Sin olvidar que el vino abierto un tiempo antes se debe decantar en el momento de llevarlo a la mesa, prolongar en exceso el tiempo del vino en el decantador puede tener un efecto negativo y hacer que el vino se empobrezca.

Los decantadores tiene su origen en las antiguas ánforas de barro romanas que servían para el servicio del vino. Los decantadores los hay de diversas formas y tamaños, la base, normalmente, ancha y el cuello es estrello, y su acabado es de vidrio o cristal para poder observar el vino con claridad.

TIPOS DE DECANTADORES

Decantadores de máxima oxigenación, son los que permiten que el vino rompa al caer al recipiente y se oxigene. Con este tipo de decantador se consigue eliminar los aromas desagradables que pueden apreciarse en vinos embotellados durante muchos años. Estos decantadores son ideales para usar con vinos reservas y grandes reservas.

Decantadores de mínima oxigenación, permiten que el vino se deslice por las paredes del recipiente sin romper debido a su boca estrecha y sus paredes menos pronunciadas que las de los decantadores de máxima oxigenación. Utilizado para eliminar posos o para vinos jóvenes que precisan de decantación por ser vinos sin filtrar, los cuales necesitan ser decantados para que los posos naturales del vino no lleguen a la copa y nos produzcan esas sensaciones desagradables en boca.