vino de calidad

Si no eres experto en vinos, y dudas sobre los vinos que estas tomando, aquí te dejamos una pequeña guía de consejos para poder reconocer un vino de buena calidad. Para esta tarea se tienen que tener en cuenta una serie de parámetros que nos darán las pistas para distinguirlos. Estos parámetros coinciden con las diferentes fases de la cata.

FASE VISUAL

Un blanco joven debe ser de un amarillo pálido, pajizo y con el paso del tiempo los blancos se oscurecen. Por el contrario los tintos se vuelven más claros.

Sobre los posos podemos decir que son señal de buen envejecimiento y buena conservación. Como señal de envejecimiento bien, pero mejor que no lleguen a la copa, por lo que en estos casos se recomienda una decantación previa del vino.

El Color del Vino

FASE OLFATIVA

Este momento es importante para reconocer un vino de buena calidad, los aromas nos inundan y debemos saber distinguir entre aromas y olores. Los aromas primarios son a fruta, minerales y vegetales.  Los aromas secundarios son dulces, amílicos y lácticos y provienen de la fase de fermentación del vino. Los más complejos son los aromas terciarios de la crianza y pueden ser aromas tostados, café, vainilla … Un indicativo de falta de calidad es la presencia de olores como el vinagre, corcho humedad,… será muy fácil apreciarlos.

Gran Bierzo 3 meses

FASE GUSTATIVA

Si tenemos en cuenta el gusto lo más importante es el equilibrio, donde la relación entre el dulzor, la acidez, el tanino y el alcohol están al mismo nivel. Ninguno de estos elementos fundamentales en un vino debe predominar sobre el otro. Este equilibrio es un indicador clave de su calidad. Es importante también la profundidad del vino que nos descubre a cada uno y en cada sorbo los aromas y sabores. Un vino complejo será mucho más interesante y divertido. Un vino de gran calidad prolonga sus aromas y sabores en el nuestro paladar. A mayor persistencia mayor calidad.

Temperatura del vino

Y tampoco podemos olvidar que un buen vino es aquel que cumple en gran medida con las  expectativas de cada uno. La persona que lo toma es la única que puede decidir si un vino es bueno o no.